Negociar deuda: ¿cómo y cuándo se debe hacer?

En determinadas ocasiones, podemos encontrarnos ante una situación inesperada que afecte a nuestra economía (perder un trabajo, que seamos un empresario y nuestro negocio lleve meses dando pérdidas, un problema médico, un incidente en nuestra vivienda o un avería del coche) y nos genere la imposibilidad de pagar nuestras facturas y gastos, provocando el nacimiento de deudas. Comienzan entonces las llamadas de los acreedores reclamándonos las cantidades que se les adeuda. Este es el momento en que debemos solicitar los servicios de un profesional si no lo hemos hecho antes, lo más rápido posible, para evitar que aumente el importe de nuestras deudas y que este panorama tan complicado de afrontar y gestionar no nos desencadene el desgaste emocional propio de recibir constantemente llamadas de teléfono de los acreedores que nos presionarán para que les paguemos.

El profesional iniciará las siguientes acciones:

  1. Un estudio para conocer el alcance de nuestras deudas
  2. Diseñará propuestas de pago para presentar a los acreedores
  3. Finalmente, negociará con ellos los términos de estas deudas

No disponer de liquidez para afrontar las reclamaciones de nuestros acreedores conlleva una carga emocional difícil de soportar que debemos derivar a un profesional especializado dentro de la mayor brevedad que nos sea posible.

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¿Qué es un acreedor?

Acreedor es aquel al que se le debe dinero.

Un acreedor es aquella persona o entidad que tiene derecho a reclamar a otro llamado deudor, el cumplimiento de una obligación o de un pago, es decir, el acreedor entrega una cantidad de dinero o un bien material a otro a cambio normalmente de un pago, y este otro no cumple con esta obligación de pago.

Si el deudor no cumple con su obligación que normalmente será de pago, el acreedor puede iniciar acciones legales para que cumpla la obligación incumplida o realice los pagos pendientes.

En la práctica, los acreedores suelen corresponderse con las entidades financieras como la banca y los fondos de inversión, y los deudores serían los particulares o empresas que han solicitado financiación. En estos casos, los términos de la deuda figuran en un contrato suscrito por las partes, permitiendo así la acción y reclamación judicial por el acreedor.

También nos encontramos con otros tipos de acreedores como son los prestamistas particulares.

En algunas ocasiones se efectúan préstamos de dinero entre familiares y amigos por lo que generalmente no constarán documentados.

Cómo pagar mi deuda

  1. Reunificación de deuda

La reunificación es aquella operación por la que se refinancian y aúnan todas las deudas que posee una persona o una empresa quedando en una única deuda.

La reunificación de deuda es una opción para aquellos que encuentran dificultades para llegar a fin de mes, ya que con esta figura se pretende ganar liquidez a corto plazo a través de una cuota única y más baja por establecerse un plazo más extenso.

Suele realizarse mediante un préstamo con garantía hipotecaria, incluyendo una vivienda como aval, así el banco tiene una garantía ante un posible impago del nuevo préstamo.

Algunas de las ventajas que presenta esta estrategia son:

  • Ganamos liquidez a corto plazo, por lo que contaremos con más liquidez cada mes
  • Tendremos una imagen global de nuestras deudas
  • Negociaremos las condiciones de esta nueva y única deuda con una sola entidad
  • Tendremos una sola cuota mensual y un solo tipo de interés
  • Podremos renegociar los términos y condiciones de los créditos, tanto en plazo como en cuota e intereses
  • Ganaremos comodidad al contar con una única deuda y no con varias al mismo tiempo
  • De esta forma, disfrutaremos de un mejor control de los pagos y de la reducción del coste mensual

Sin embargo, también cuenta con ciertas desventajas:

  • La necesidad de avalar el nuevo crédito con una vivienda, porque en el caso del impago de las cuotas podríamos perder nuestro patrimonio
  • La gestión del nuevo crédito genera unos gastos, como son la posible comisión de apertura del nuevo préstamo contraído, comisiones por cancelación anticipada o apertura o los desembolsos de notaría, registro y/o fiscales
  • Los intereses serán superiores a los inicialmente negociados; además, el capital a amortizar tras la reunificación se incrementa

2. Quita de deuda

La quita es un acuerdo que alcanzan acreedor y deudor: el acreedor ofrece y/o acepta una rebaja de la cantidad que se le debe a cambio de asegurarse su cobro. Es decir, el acreedor se compromete a rebajar el importe de la deuda, y el deudor se compromete a pagar la cantidad rebajada. La quita de la que generalmente se habla es la bancaria en la que el acreedor es la banca, y el deudor son las personas o empresas, presentándose como una opción de pago cuando se producen reiterados incumplimientos en el pago de los créditos y la situación económica del deudor es grave.

La quita de deuda supone una alternativa para cancelar una deuda que nos tiene bloqueados ya que cuenta con dos ventajas fundamentales:

  • El importe de la deuda queda reducido
  • Se nos otorgan facilidades para su pago

La desventaja fundamental que presenta la quita es la repercusión fiscal que puede sufrir el deudor.

3. Dación en pago

Es un mecanismo por el que se permite al deudor la entrega de un inmueble no pactado en el contrato suscrito por las partes para la cancelación de las deudas. Es decir, se entrega algo como medio de pago cuando el deudor no dispone de la cantidad de dinero pendiente.

Es necesario que acudas a tu banco para plantear la dación en pago y negociar con él ya que esta opción no surge de forma automática, sino que depende totalmente de la voluntad del banco.

La dación en pago en relación con la hipoteca de la vivienda, es un acuerdo que fija la posibilidad de cancelar la deuda pendiente a cambio de entregar la vivienda hipotecada al banco, quedando de esta forma saldada la deuda con el propio inmueble y no con el dinero.

Ventajas de la dación en pago:

  • Finaliza la relación con el banco ya que se extinguirá la deuda con nuestra entidad bancaria cuando entreguemos el inmueble
  • Cancelas total o parcialmente la deuda hipotecaria de tu vivienda
  • Si figurabas en el registro de morosos te permite salir del mismo
  • Evita el proceso judicial de ejecución hipotecaria
  • Con la entrega de la vivienda el deudor no tiene que abonar intereses de demora ni hacer frente a un procedimiento judicial de embargo
  • Podrás plantear al banco otras opciones de pago o solicitar un alquiler social

Desventajas:

  • Debes abandonar tu vivienda, salvo que acuerdes un alquiler
  • Endurecimiento de las condiciones para acceder a la hipoteca
  • Dificultará conseguir un nuevo crédito u otra hipoteca
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En resumen…

En situaciones económicas complicadas, cuando no podemos afrontar el pago de nuestras deudas, es fundamental ser honesto con nosotros mismos y con nuestros acreedores para buscar soluciones. Todos sabemos perfectamente que la pretensión de los acreedores es cobrar; por eso saber cómo negociar deudas es fundamental en una situación de problemas financieros.

Negociar el impago de deudas no resulta nada sencillo. Con el asesoramiento de un profesional conoceremos las condiciones que resultan exigibles en una negociación, estudiará alternativas al impago de nuestras deudas, haremos propuestas más viables y garantizaremos la efectividad del acuerdo.

Si no puedes asumir el pago de tus deudas y has agotado tu capacidad de negociación, es altamente recomendable que obtengas la ayuda de un profesional. Conseguir mejores condiciones en los términos de las negociaciones dependerá del tiempo que te tomes para poner en manos de un profesional financiero el impago de tus deudas.

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